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1. Adaptación de la agricultura al cambio climático

 

Buscamos apoyar al campesino con prácticas que se adecuen a los efectos del cambio climático.  Estas  prácticas están asociadas a la gestión y cuidado de los recursos naturales (agua, suelos, bosques) y con el desarrollo de las actividades agrícolas, ganaderas y forestales.

 

ACTIVIDADES

 

• Aumento  de  la agrobiodiversidad, reforzando  el  conocimiento  local  y  tradicional  y  la  cultura  orgánica.

• Actividades  agropecuarias  y  forestales que  generan fuentes de ingresos de manera  sostenible.

• Manejo  de recursos en praderas alto   andinas,  para  mejorar  la  captación del agua en las partes alta y media  

   de las cuencas.

• Protección y conservación de suelos y del agua.

• Mejoramiento  de  la  infraestructura de riego  y  su gestión.

• Medidas  de  protección de animales menores  y  ganado.

2. Viviendas seguras y saludables

 

Considerando la experiencia de la GIZ en el ámbito del mejoramiento  de  la  vivienda  rural en Perú,  y  la  necesidad  de continuar apoyando en las áreas altoandinas, se reforzará la calidad de las viviendas en lugares  seleccionados  para  reducir su vulnerabilidad ante  el  cambio climático, sobre todo frente al frío extremo. 

 

ACTIVIDADES

 

El  trabajo  en  los  temas  de  vivienda  tendrá un  impacto  positivo en la salud de las personas y en la economía del hogar. La introducción, por ejemplo, de cocinas mejoradas en los hogares rurales permitirá reducir los  efectos negativos  del  humo en  los  ojos  y  las  vías  respiratorias, sobre  todo de mujeres y niños. Así como también el mejoramiento de la vivienda respecto al confort térmico de las mismas.

 

3. Diálogo entre los actores de las cuencas hidrográficas

 

Es de conocimiento general de las poblaciones y sus autoridades la necesidad de manejar las cuencas hidrográficas de manera integral para lograr un uso sostenible de los recursos. Las cuencas de los ríos Ica y Pisco no son ajenas a esta necesidad. Por el contrario, frente a la realidad del cambio climático se hace más urgente un manejo consensuado de las cuencas.

 

El Estado peruano, conocedor de esta realidad,  ha  venido  impulsando la  formación de los Concejos de Cuenca. El proyecto sostiene que el planteamiento básico del Estado  es  correcto  y,  por  lo tanto, promueve el diálogo y entendimiento entre todos los actores públicos y privados de las cuencas, desde el pequeño agricultor, pasando por los medianos productores, la gran agroexportación, las juntas  de regantes  y  asociaciones de usuarios, hasta las autoridades  locales  y  regionales.

4. Fortalecimiento institucional

 

La  adaptación  al  cambio  climático y la reducción del riesgo de desastres en general pasa por la institucionalización de conocimientos, herramientas y prácticas en las organizaciones e instituciones relacionadas  al  tema.  Es importante fortalecer el enfoque preventivo en la gestión del riesgo, así como la introducción de la temática del cambio climático y los efectos  que  éste  tendrá  en el Perú, que se vislumbra como uno de los países más impactado por los efectos negativos  del  cambio climático.

 

En  este  sentido, buscamos el fortalecimiento de diversas instituciones, como el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED), los gobiernos regionales, provinciales y distritales, las organizaciones de base y otros, para que incluyan dentro de su planificación de actividades, metodologías e instrumentos orientadas a la gestión del riesgo y la adaptación al cambio climático. 

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